miércoles, 6 de agosto de 2014

En 1995 moría en La Habana, Ibrahim Ferrer


vintagemusic.esFerrer nació en el pueblo de San Luis, cercano a Santiago de Cuba, en un baile que se celebraba en un club social, allá por 1927. Su vida fue difícil, casi muere del tétanos y a los 12 años de edad quedó huérfano de madre y padre.

Con la necesidad de trabajar, frecuentó más la calle que la escuela, vendiendo caramelos y palomitas de maíz. Sin embargo, Ibrahim Ferrer se aferró a la música como su aliada y a los 14 años formó un grupo junto a su primo para amenizar las fiestas del barrio. Se llamaron Los Jóvenes del Son.

Durante más de dos décadas fue el cantante principal de la orquesta cubana de Pacho Alonso en los años cincuenta. En 1955 vocalizó el tema, “El Platanal de Bartolo” con la Orquesta Chepín Chovén. Se trasladó a La Habana en 1957 y trabajó con la legendaria orquesta Ritmo Oriental y con el gran Beny Moré, antes de reunirse de nuevo con el grupo Los Bocucos de Pacho Alonso. Hizo giras mundiales con esta banda y con los años, fue ganando seguidores.

Sin embargo, su nombre siempre quedaba en la sombra, era amado por la audiencia pero no por sus colegas. Perdió el entusiasmo por la música y se retiró en 1991. Se le vio lustrando zapatos en las calles y su antigua casa la cambió por una pequeña pensión donde se encerró retirado del mundo y tristemente de la música.

Pero en 1997, sus amigos lo convencieron de salir de su retiro y regresar a la música para grabar su debut con la orquesta Afro Cuban All Stars, el álbum A toda Cuba le gusta, seguido ese mismo año por su aparición en el Buena Vista Social Club, un álbum fruto del trabajo de Ry Cooder, un reconocido productor musical que viajó a Cuba y le apostó al talento de notables figuras conocidas sólo en la isla como Compay Segundo, Rubén González, e Ibrahim Ferrer.

Sus discos han sido ganadores de toda suerte de premios -entre ellos dos Grammy-, y sus conciertos han llenado el Carnegie Hall de Nueva York, los estadios europeos y hasta los muy exigentes auditorios japoneses. Esto sin contar la película sobre su historia de 1998.

Ibrahim Ferrer falleció a los 78 años, en la tarde (hora local) del 6 de agosto del 2005, en un hospital de La Habana.

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