Richard Edward Arnold nació en Henderson, en el condado de Chester, estado de Tennessee, el 15 de mayo de 1918 y se educó en el medio rural. Su padre era un violinista que alentó a su hijo respecto del desarrollo de sus talentos musicales y logró reunir el dinero suficiente para comprar a su niño una guitarra a la edad de 10 años.
Para cuando entró en la escuela secundaria Eddie Arnols ya era toda una estrella local, pero con la llegada de la Gran Depresión en 1929 y la crisis económica de los años 1930, Eddy tuvo que dejar la escuela para ayudar trabajar como asistente en una funeraria. Relegó sus actuaciones musicales a funciones locales, aunque de vez en cuando viajaba montado en una mula con su guitarra a la espalda.
Al igual que otros artistas del country de la época, Eddy consiguió su pase al estrellato con sus apariciones en vivo por la radio, antes de debutar en Jackson, en Tennessee, en 1936 y posteriormente en San Luis, en el estado de Misuri.
Entre 1940 y 1943 apareció en el Grand Ole Opry junto a Pee Wee King. Apodado como el chico del arado de Tennessee (o Tennessee Plowboy, en inglés) firmó con la RCA Victor Records un contrato en 1944 con ese nombre, que fue el que apareció en sus discos hasta 1954.
Con el tema Every hour Seems A Million Years alcanzó el quinto disco de su carrera, dando con dicho disco comienzo a la cadena de 58 consecutivos éxitos top ten. En 1947 Arnold logró sus tres primeros éxitos número uno, siendo uno de ellos número uno durante 21 semanas.
Eddy Arnold realizó temas universalmente populares convirtiéndose en una estrella perenne, grabando discos durante un período de cinco décadas, desde los años 1960 hasta los años 1980; tras una pausa de siete años incluso regresó al estudio en 1990.
Además de establecer un nivel inigualable dada su avanzada edad, Arnold se convirtió en un ejemplo de cómo manejar su fortuna en el mundo del espectáculo. "Guardo mi primer dólar y sigo ahorrando e invirtiendo mi dinero", recuerda, "nunca olvidé cómo se sentía ser pobre", añadió. Eddie Anold se convirtió en uno de los hombres más ricos de la industria mediante la inversión en la única cosa que él consideraba de valor de propiedad, "la tierra".
Debido a su enorme popularidad musical Eddy Arnold se convirtió en un auténtico embajador de la música country a nivel mundial.
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