lunes, 10 de marzo de 2014

Hoy, la gran Sara Montiel "Saritísima" cumpliría 86 años


La actriz española Sara Montiel tienía como nombre real María Antonia Alejandra Vicenta Elpidia Isidora Aurelia Esther Dolores Abad Fernández y nació en Campo de Criptana el 10 de marzo de 1928 dentro de una familia muy humilde y de bajos recursos que se ganaban la vida gracias a la agricultura.

Luego de la Guerra Civil la familia de Sara se instaló en Orihuela, Alicante y su padre pudo abrir una bodega. En ese pueblo realizó sus estudios en el Colegio de Jesús María de San Agustín.
Dueña de una vida llena de necesidades, la actriz sería descubierta en la década de 1940 al ser descubierta por el productor Vicente Casanova. Su carrera como actriz tendría su inicio en España al hacer películas como Empezó en boda de 1944 o Mariona Rebull rodada en 1946.

Tiempo después, Sara llegaría hasta México y de ahí dará un salto hacia los Estados Unidos de Norteamérica, convirtiéndose en una actriz de excelente reputación.
En este país tendría el honor de trabajar con grandes directores como Robert Aldrich y Samuel Fuller.

La actriz conocería a Anthony Mann y con él hizo Serenade en 1956 y un año más tarde la pareja de actores contraería matrimonio. Pero los problemas en la relación no demorarían mucho tiempo en llegar y decidieron separarse en 1958.

Sara vuelve a su natal España convertida ya en toda una actriz, poseedora de un gran talento y llena de éxitos obtenidos en el extranjero. El film El último Cuple, sería otra producción que la enaltece en su país y casi de inmediato tuvo la oportunidad de participar en La violetera y en 1963 actuó en La reina de Chantcler.
Pero Sara quería ser una artista completa y luego de grabar esta película, prefiere dar más importancia y dedicación a su carrera como cantante, y anuncia su retirada del cine a inicios de los años 70.

Entre sus películas más destacadas figuran El capitán veneno de 1950, Piel canela rodada en 1953 y Carmen, la de Rondal de 1959. De la época de los sesenta figuran La bella Lola de 1962, Tuset Street de 1968 y Esa mujer grabada un año después.
En 1971, Montiel hace su última aparición en la pantalla grande en Cinco almohadas para una noche en 1973.

En cuanto a los premios recibidos por su trabajo artístico están La medalla de Oro al Mérito en el trabajo por el gobierno regional de Castilla-La Mancha, y la medalla de oro de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España.
Sara Montiel fue dueña de una belleza voluptuosa y siempre mostró tener una aire de mujer tierna y seductora a la vez, convirtiéndola en un icono del cine español y hasta hoy es recordada por muchos espectadores.

En el 2011 recibió una Estrella en el Paseo de la Fama de Madrid y a inicios de 2012, viaja a los Estados Unidos para brindar una corta gira de conciertos y charlas, cautivando la atracción de muchos periodistas y otras personalidades.

Si bien con los achaques propios de su edad, la actriz gozó de buena salud hasta el final, por lo cual su muerte sorprendió a todos. Falleció el 8 de abril de 2013 en su casa en el barrio de Salamanca de Madrid tras sufrir «una grave crisis» de la que no se dieron más detalles. La actriz habría sufrido «una muerte súbita» y todo apunta a que se debió a causas naturales, por un fallo cardíaco. Murió un 8 de abril, como su admirada María Félix. Infinidad de figuras del espectáculo de varias generaciones lamentaron su fallecimiento públicamente, desde Concha Velasco, Marujita Díaz, Raphael, Julio Iglesias, Mario Camus y la mexicana Silvia Pinal hasta Alaska y Loquillo.

Fue enterrada en el cementerio de San Justo de Madrid al lado de su hermana Elpidia y su madre, María Vicenta, como fue su deseo en vida. Durante su sepelio, el coche fúnebre con los restos mortales de la artista recorrió las principales calles de Madrid para así poder brindarle el homenaje de sus conciudadanos. En las pantallas gigantes de la Plaza de Callao, donde se paró el coche fúnebre unos minutos, se emitieron dos de sus películas más emblemáticas durante dicho acto, La violetera y El último cuplé.

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